Centro Docente Privado Concertado de Educación Infantil, Primaria y Secundaria.
El Colegio Santa Mª de Gracia persigue alcanzar unos objetivos como centro educativo no sólo de excelencia académica, sino que también nos planteamos ambiciosas metas en la formación moral, ética y religiosa de nuestros alumnos. Por ello, proponemos:
La identidad del Colegio Santa Mª de Gracia se basa en la visión de la persona que fue San Agustín. Su aportación a la concepción cristiana de la persona es de singular importancia y se ha transmitido a través de la historia. Somos una Comunidad Cristiana que quiere educar en valores evangélicos para el estudio, la reflexión, y la interioridad.
Favorecemos la enseñanza personalizada, despertando las capacidades individuales y respetando el ritmo de cada alumno, para que ellos sean participes de su propia educación.
Proponemos una educación que favorezca la construcción de la propia identidad, apueste por la diversidad y apoye la autonomía personal y la responsabilidad social de cada alunno.
Proponemos una educación que favorezca la construcción de la propia identidad, apueste por la diversidad y apoye la autonomía personal y la responsabilidad social de cada alunno.
Favorecemos la enseñanza personalizada, despertando las capacidades individuales y respetando el ritmo de cada alumno, para que ellos sean participes de su propia educación.
Proponemos una educación que favorezca la construcción de la propia identidad, apueste por la diversidad y apoye la autonomía personal y la responsabilidad social de cada alunno.
Favorecemos la enseñanza personalizada, despertando las capacidades individuales y respetando el ritmo de cada alumno, para que ellos sean participes de su propia educación.
En función de las decisiones tomadas por los equipos de ciclo, se dispondrá de una serie de instrumentos, a partir de los cuales se pueden expresar los resultados académicos para el área.
La Entidad Titular, los alumnos, los padres, los profesores y el personal no docente constituyen toda la Comunidad Educativa.
Pretendemos educar para el estudio, la reflexión y la interioridad, fomentar un clima de familia en la alegría y la amistad y apoyar el desarrollo de los valores humanos y cristianos, que hagan de nuestros alumnos y alumnas hombres y mujeres libres en la Verdad, abiertos a la trascendencia y a la fraternidad universal en un diálogo permanente entre fe y cultura.
Soy AGUSTÍN, hombre de barro frágil, tejedor de pensamientos y de corazón hambriento de caricias, con las manos llenas de preguntas y los ojos abiertos al asombro. Así me hizo Dios y así me amó incluso cuando viví alejado de Él. Nací hace casi diecisiete siglos –el 13 de noviembre del año 354– en el norte de África. Tagaste, que hoy se llama Souk Ahras (Argelia), fue mi lugar de cuna, a unos cien kilómetros del mar Mediterráneo. Mis vecinos eran gentes sencillas que labraban la tierra y vareaban los olivos. Roma era la capital que paseaba su señorío por el mundo de entonces y avasallaba a todos con tasas e impuestos exagerados.
Un centro Educativo Agustiniano se define por un progresivo aprendizaje que conduce de forma gradual al conocimiento siempre creciente de toda la realidad, especialmente del saber del hombre y el de Dios y por una sincera y noble apertura a todos los seres humanos con independencia de cualquier diferencia económica, cultural o religiosa.
Como Centro Educativo, queremos formar íntegramente a todos los alumnos desarrollando todas sus capacidades fomentando su espíritu.
Como Centro Católico, ofrecemos una cultura humana y transmitimos una educación cristiana que viva personalmente y comunitariamente la fe.
Como Centro Agustiniano, educamos para el estudio, la reflexión, y la interioridad haciendo del alumno una persona libre y responsable en la vida.
Procura que tu infancia sea inocente, tu niñez respetuosa, tu adolescencia paciente, tu juventud respetuosa, tu madurez cargada de méritos y tu ancianidad sabia